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La Reina colombiana que podría llegar a la UFC en 2018

Sabina Mazo, peleadora colombiana de LFA (Foto Facebook Sabina Mazo)
Sabina Mazo, peleadora colombiana de LFA (Foto Facebook Sabina Mazo)

Por Sebastián Aguirre Eastman

Restan 30 segundos en el primer round. Es la noche del 14 de abril de 2017, y la colombiana Sabina Mazo (20 años) hace su debut en la velada 9 de la LFA (Legacy Fighting Alliance) ante la estadounidense Jamie Thorton. El combate transcurre sin muchas emociones, ambas peleadoras se estudian mutuamente y lanzan ataque muy tiernos que no causan daño alguno. Antes de sonar la campana, Mazo patea a Thorton con su pierna derecha a la altura del estómago, pero esta la detiene con sus brazos e intenta cargarla, lo cual desequilibra un poco a Mazo, quien logra permanecer en pie.

La norteamericana aprovecha para generar un contragolpe muy desbalanceado que deja su cabeza descubierta, un blanco fácil que la latina detecta y en microsegundos conecta una patada de derecha en la mandíbula de su rival con tanta fuerza que el nocaut es inminente.

“Sin duda es uno de los KO del año”, comenta de inmediato el narrador del combate.

Con esa presentación estelar, la afición de las artes marciales mixtas (MMA) en Estados Unidos y en Latinoamérica supo quién era la “Reina colombiana”, quien luego en septiembre repitió KO, esa vez ante Lindsay Williams. Y vendrían más razones para estar en vitrina: fue elegida como la “Deportista revelación 2017” de las MMA en los premios Fightbook, y el próximo 9 de marzo tendrá su primera disputa de título mundial de la LFA en la categoría de los 56 kilogramos ante la argentina Silvana Juárez.

Pudo haber obtenido más reconocimientos en los Fightbook Awards, sus dos KO en LFA estuvieron nominados a los mejores del año pero no alcanzaron las máximas votaciones del público.

Cuatro victorias y ninguna derrota es su registro desde que arribó a Estados Unidos hace dos años. Tuvo su primera pelea en la SFC (Summit Fighting Championship) y luego otra en la CRF (Center Real Fights), antes de escalar a la LFA.

Pelea cuando quiere, dice a Yahoo Deportes desde California, donde vive en una casa de familia integrada por brasileros y mexicanos. Cuando inició en las MMA en su ciudad natal, Medellín, no lo hizo pensando en ser profesional sino en pasarla bien. Practicaba Muay Thai, también Jiu Jitsu, boxeo y lucha, pero al evolucionar en su rendimiento tomó la decisión de trasladarse a EE.UU. y unirse al gimnasio Kings MMA.

En California entrena, trabaja y también estudia nutrición. Su vida transcurre entre esas aficiones. Dice que pelea cuando quiere porque no tiene afán, y además porque prefiere cuidarse y estar bien físicamente. Cuando lo está, está de pelea. Literal.

Pelea cuando quiere, dice y repite, porque el pago que recibe tampoco es mucho. Por ahora. Gana 2.000 dólares por tan solo subirse al ring, más otros 2.000 cuando gana. Hay veladas que ofrecen un monto mayor, pero ella todavía no ha alcanzado ese techo. Ese es su anhelo. Pero va despacio.

Sabina Mazo siempre luce los colores de la bandera de su país en su uniforme (Foto Facebook Sabina Mazo).
Sabina Mazo siempre luce los colores de la bandera de su país en su uniforme (Foto Facebook Sabina Mazo).

No es un deporte fácil. Tanto por los golpes que recibe como por la recuperación y el cuidado que debe tener. Su categoría, los 56 kilogramos, la obliga a mantener un estado de forma ideal, pero teniendo que hacer muchos sacrificios alimenticios. Afirma que en ocasiones los cambios en su peso corporal son muy drásticos y es por eso que escoge muy bien cuándo pelear.

Como gana tan poco, no le alcanza todavía para vivir de las MMA. Tampoco lo quiere todavía. E incluso no sabe si lo hará algún día. Su familia ha sido su gran apoyo económico, y por supuesto moral. No los ve mucho, pero sí lo necesario para cargarse de sus energías. Un peleador promedio de LFA requiere de un presupuesto mensual de 2.500 a 3.000 dólares para una correcta preparación. Por eso Sabina insiste en que no tiene apuros. Sostenerse en este deporte es difícil y ella va con calma.

La LFA, donde compite, es una de las categorías previas a la UFC (Ultimate Fighting Championship), el máximo nivel de las MMA. Desde allí ya le han hecho propuestas para participar en algunas veladas. Hasta ahora se ha negado. No quiere apurar su ascenso. Pero cree que ese momento llegará pronto. Incluso en este 2018. Aunque si es en el próximo año, no tiene afanes.

El 9 de marzo puede ser su noche, en la que finalmente reciba la condecoración que espera, en la que podrá, sí, lucir como “reina” oficial de la LFA. La “Reina colombiana” va por tu trono.

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